Cuando estaba en mi adolescencia comencé a luchar fuertemente con todo lo que el mundo me estaba ofreciendo, entre eso, estaban mis amigos del colegio. Aparentemente se veía como la súper diversión, pero al final ves que no es nada de eso, sino un camino que te lleva a cometer muchos errores.Le doy gracias a Dios por mis padres, que siempre buscaron esa guía de parte de Dios para tratar con cada uno de sus hijos, siempre nos motivaron a participar de una célula, una reunión con amigos de la iglesia, y eso siempre fue una prioridad en nuestra casa. Gracias a Dios por esta célula, que se convirtió en el arca de Dios para mi vida.
Cuando medito en el arca que nos relata la Biblia, pienso en la familia que la construyó y navegó en ella, por eso hoy quiero mencionar a la esposa de Noé. La admiro, su amor por el Señor le dio una confianza plena en las decisiones que estaba tomando su esposo Noé, ella anhelaba un mejor mañana para su familia.
Cuando veo a mi alrededor, encuentro que estamos en una época donde hay tanta maldad, a lo malo se le llama bueno y a lo bueno se le llama malo, por eso necesitamos que se levante una generación de familias como fue la familia de Noé. Necesitamos hombres, esposos, padres que sepan escuchar la voz de Dios, que se involucren en la obra. El Señor le dio un llamado a Noé que no era fácil, pero cuando eres amigo de Dios, entenderás que Él tiene un propósito con cada cosa.
Admiro tanto a mi papá, él es un hombre que determinó siempre escuchar la voz de Dios, cada vez tiene mayor sensibilidad, por esto para él es fácil preguntarle al Señor lo que debe hacer, frente a cada decisión difícil le pide al Espíritu Santo que lo guie.
Necesitamos esposas que apoyen el llamado y crean en la promesa. ¡Todo el mundo le estaba diciendo a Noé que estaba loco! Pero su esposa permaneció junto a él, creyendo que lo que Dios le había dicho sería una realidad. Cuando mi papá le propuso matrimonio a mi mamá, para la familia de ella fue una locura, porque mi papá siempre manifestó su amor al Señor y el deseo de servirle. Pero mi mamá no dudó un solo instante, ella creyó que lo que Dios les había prometido se cumpliría en sus vidas. ¡Gracias mamita por creer a las promesas de Dios!
Necesitamos hijos que estén dispuestos a involucrarse en el trabajo, que entiendan que son equipo como hermanos. ¡Dios nos ha unido con un propósito y debemos cumplirlo! Dios me ha dado tres hermanas y un hermanito, me encanta ver como Dios a cada uno le dio dones, talentos, y nos ha llevado hacer equipo en nuestro trabajo.
Recuerda que la iglesia y las células son un lugar de protección para las familias.
Cuando nos involucramos en el ministerio y buscamos crecer como familia, viene una protección especial, que no permite que el enemigo toque nuestras vidas.
Hoy en día vemos leyes que aprueban la libertad del pecado, encontramos un bombardeo muy fuerte a través de los medios de comunicación para hacer lo malo, algunos gobiernos están trayendo opresión a las personas, y ¿Qué podemos hacer nosotros? ¿Dónde podemos ser protegidos? Te diré, entrando en el arca de Dios, la iglesia, e ¡involucrándonos en una célula!
¡Este es un lugar donde hay protección para todos los miembros de la familia!
Dentro del arca había trabajo, pero Dios da las fuerzas para poderlo hacer. ¡Todos los que hacemos parte de la Misión Carismática necesitamos unir esfuerzos, trabajar juntos en armonía!
Este lugar es de protección para nuestras familias, por amor debemos motivar a otras familias que se unan en esta lucha de guardar nuestros principios y valores. Es por esto amigo, que hoy quiero motivarte a que le des gracias a Dios por el arca donde estás, por esta casa que es protección para todos nosotros, a través de ella Dios está guiando cada uno de nuestros pasos.
Al final de la historia encontramos como toda la familia de Noé pudo ver el arco iris sobre su vida y su familia, el pacto de Dios vino sobre ellos dándoles la certeza de que siempre estarían seguros. Que hoy podamos colocar nuestra confianza en Dios y permitir que Él pueda dirigir nuestros pasos.
Tu y yo vamos a seguir trabajando para que muchas familias puedan entrar en el arca de Dios.
Si no te has involucrado aun en una célula, ¿qué estas esperando? Es tiempo de entrar a un lugar seguro con toda tu familia.
Con amor,
Johanna
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