Devocional – Día 22
Estación Otoño
Belleza
Proverbios 31:30
“Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; La mujer que teme a Jehová, esa será alabada”
Cuando mi hija Daniela era niña, le gustaba jugar con los instrumentos que utilizan los médicos, la verdad nunca pensamos que a futuro fuera a tomar la decisión de estudiar esa profesión, ya que todos en casa nos inclinamos por los números. He notado que aparte del conocimiento, el estado del corazón es lo que más se requiere para desarrollar a cabalidad esta carrera.
Las mujeres dedican mucho tiempo a su arreglo personal, pero muy poco a embellecer su corazón, sin entender que el estado de nuestro corazón, se ve reflejado en el rostro. La Palabra dice: “El corazón alegre hermosea el rostro.” Proverbios 15:13
Te has preguntado ¿cómo embellecer el corazón?
Podemos ver como Ester, la niña huérfana se vuelve una joven tan bella, elevada al esplendor del palacio del rey, donde podía tener joyas, perfumes, cosméticos y toda la ropa para lucir atractiva; pero a pesar de tanto lujo que la rodeaba nunca se dejó deslumbrar, sino que brilló con cualidades de dignidad y fortaleza en su carácter.
- Examina qué hay en tu corazón:
“Nadie echa vino nuevo en odres viejos, porque el vino rompe los odres y el vino se derrama” Mateo 9:17.
Para que Dios traiga lo nuevo a nuestra vida, primero debemos despojarnos de la vieja naturaleza, de lo que contamina el corazón, como amargura, enojo, temor, impiedad, celos, incredulidad, rebeldía, impaciencia o maldad. En el lugar secreto podemos experimentar un genuino arrepentimiento, pidiéndole al Espíritu Santo que nos convierta de los malos caminos, para alcanzar misericordia.
- Toma el aceite de la unción:
Todo plan de Dios requiere preparación, el aceite representa al Espíritu Santo, nuestro mejor estilista, amigo y consejero. Lo invito todos los días para que me enseñe como ser una mujer virtuosa, Él no solo me enseña, sino que desata la unción sobre mi vida. Proverbios 31:25 es mi versículo favorito “Fuerza y honor son su vestidura, y se ríe de lo porvenir.” A todas nos gusta esta dignidad.
- Que no nos falten las cremas y el perfume:
Esto significa que nuestro caminar diario, refleje a esa mujer reservada y prudente, con un espíritu siempre dócil, autentica, amable, humilde, que respete la autoridad.
Que tu carácter refleje la unción con la que te vistió el Espíritu Santo en el punto anterior.
Pídele hoy al Señor que cultive Su carácter en ti, que puedas hacer más énfasis en lo que está pasando en el interior de tu corazón y menos en lo externo. Entrégate a Su poder y corrección, busca Su dirección en las cosas que te faltan; permítele que te ayude a fijar las metas claras y escríbelas para que sean una constante en tu oración, y confía en Él.
Con amor,
Pastora Olga Puerto
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