Devocional – Día 30
Estación Otoño
Atrapar
Cantares 2:5
“Cazadnos las zorras, las zorras pequeñas, que echan a perder las viñas; Porque nuestras viñas están en cierne”.
La Palabra nos habla de las zorras pequeñas, que echan a perder lo que puede convertirse en un gran fruto, un gran milagro, un sueño cumplido, o una promesa que se ha tardado, por cosas que parecen pequeñas pero no lo son, y pueden afectar un matrimonio, la relación familiar, las finanzas o ministerio.
Hoy vamos a pedirle al Espíritu Santo, que nos ayude a discernir las zorras pequeñas que estén echando a perder nuestras bendiciones:
Actitudes
A causa de un carácter no rendido, y no transformado por el Espíritu Santo, podemos cometer tantos errores, queriendo cambiar personas o circunstancias, pero lo único que traen es mucho dolor a los que más amamos. Tal vez llevas años tratando que tu casa llegue al Señor, pero a tu manera, con amenazas, gritos, o intimidación.
Como madre, pasé por un tiempo de desierto con uno de mis hijos. Llegamos al Señor como familia, y todos comenzamos a servirle al mismo tiempo, pero uno de ellos decidió no volver más a la iglesia y se apartó. Me faltó sabiduría y la guía del Espíritu Santo para enfrentar en ese momento, la rebeldía de mi hijo; empecé a usar las armas que nunca deberíamos usar, como la confrontación y las amenazas; lo único que logré fue agravar la situación.
En una noche de oración, el Señor me llevó a entregarle a mi hijo, a orar más por él, a confesar la Palabra que me había dado para él desde que tenía 4 años, y a visualizar que la promesa ya era una realidad. Oré con todo mi corazón, y pedí: “Señor, abre los ojos de mi hijo en el lugar donde se encuentra, y muéstrale los demonios que hay a su alrededor”.
Esa noche llegó completamente transformado, nos compartió una experiencia que había tenido mientras conducía, el Señor le habló, diciendo: – “mira el retrovisor”-, él veía como si estuviera en un bosque y a media que avanzaba, el bosque quedaba oscuro y se cerraba detrás de él, pero le dijo: -“mira adelante”-, y vio un camino abierto que resplandecía y un hermoso bosque que se abría a su paso. El Señor le dijo: – “escoge el camino por el que vas a caminar de hoy en adelante- “.
Nos contó cómo toda su vida había pasado delante de él, y el dolor que sintió por cada pensamiento y decisión equivocada que había tomado; lloró por horas, y tuvo un nuevo nacimiento.
Hoy tiene un hogar hermoso, una preciosa bebe y le sirve al Señor con todo su corazón.
¿Has permitido que las zorras pequeñas se coman las promesas que vienen en camino por tus actitudes, y grietas en el carácter?
Revisa hoy tu corazón. ¿Te has sentido molesta o irritada por algo que pasó? ¿Ya Dios te habló, pero aún no lo has resuelto?
¡Identifica lo que está robando tu fruto y atrápalo!
No Comments