Devocional – Día 39
Estación Invierno
Refugio
Éxodo 12:13
Y la sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la sangre y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad cuando hiera la tierra de Egipto.
Cuando pienso en la palabra refugio, inmediatamente mi mente va a la imagen de un abrazo que guarda mi corazón, a una casa que me da protección, a un beso que fortalece mi espíritu, y a una cobertura que abre los cielos sobre mi vida y mis generaciones, haciendo llover bendiciones del cielo.
Todos necesitamos de refugio en cada instante de nuestras vidas, refugio emocional, mental, espiritual, corporal, financiero y familiar. No debemos temer a las situaciones o personas que amenazan nuestro bienestar, no hay ninguna situación a la que nos enfrentemos que esté fuera del control de Dios, así que siempre, el mejor lugar para estar, es junto a Él, nuestro amado Jesús. Sin embargo, eso no significa que enfrentaremos situaciones difíciles, pues debemos ser probados en la fe y en el carácter, y eso solo acontece en medio de la adversidad.
Cuando tenemos la certeza que estamos en la voluntad de Dios, podemos enfrentarnos con confianza a las situaciones más desfavorables porque Él está con nosotros.
¿Quién puede solicitar refugio al Señor?
Todo aquel que está cansado, abatido, sin esperanza, desanimado, pues el Señor dice: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”. Mateo 11:28.
¿Qué debo hacer para refugiarme en Dios?
La palabra yugo nos habla de sometimiento al Señor (Mateo 11:29-30), nos confirma que el compañero de nuestro caminar debe ser Jesús, nuestro mejor amigo. Él es quien nos enseña de la humildad de corazón, de la mansedumbre a la Palabra de Dios y que el caminar en la vida puede ser más fácil y productivo si Él lleva nuestra carga, mientras nosotras vamos caminando a Su lado, sobre sobre Sus pisadas, pues Su Palabra alumbra nuestros pies a diario.
¿Cómo es Su refugio?
En el Salmo 46:1-2, dice que solo debemos abrir nuestra boca y pedirle a la dulce presencia del Espíritu Santo, para que sea nuestro amparo en cada situación, para que nos dé fuerzas cuando estemos desfalleciendo, y Él nos auxiliará en cada uno de nuestros problemas.
Querida amiga, ¡refúgiate en el Señor! Y acompáñame en esta oración:
“Señor Jesús, hoy necesito refugiarme en el hueco de tu mano, abrázame fuerte contra Tu cuerpo llagado, quiero sentir Tu corazón latiendo de amor por mí, porque sé que moriste en la cruz por mí. Rodéame de amor, quebranta mi dureza de corazón y sana mis heridas. Mi alma desfallece ante las situaciones diarias, pero estoy segura que en Ti está mi salvación, mi socorro vendrá de Ti, porque Tú guiarás mis pasos, y suplirás mis necesidades; solo a Tu lado estaré segura. Amen”.
Un abrazo,
Pastora Nancy Castellanos.
12 Comments
cada día debemos refugiarnos en la cruz del calvario así la tormenta pasará pronto, que oración Poderosa Pastora gracias
Dios es fiel para con sus hijas
Señor quiero refugiarme en ti, ver tu rostro, ver tu cuerpo llagado
QUE LINDO SENTIR EL LATIDO DEL CORAZON DE JESUS LATIENDO DE AMOR POR MI
También me refugie en el cuando tuve un perdida el me sano y restauro
peque delante de e y la culpabilidad me alejo, pero busque refugio en el y me restauro
gracias por cada blog
Pastora en cada momento difícil usted me ha enseñado en buscar refugio en el y len doy gracias
mi refugio y mi consolador
salmo 34
PRA NANCY QUE BELLO BLOG
Mi refugio en todo tiempo me ha dado sanidad fortaleza y propósito. Sus alas mi refugio seguro.