REGOCÍJATE Y ADORA

Devocional – Día 8
Estación Primavera
Regocíjate y adora

Juan 4:23b – 24a

… Porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.

Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.

Estamos viviendo tiempos de cambios y cada estación es un nuevo comienzo.

Recuerdo, cuando perdí mi cuarto hijo, a las 24 semanas de gestación y junto con él, el deseo de adorar; estaba en invierno.  Tres meses después, regresé a la iglesia creyendo en mi sanidad total. 

Para mi sorpresa, mi corazón estaba triste, tenía la ausencia de este bebé que había partido, y en medio de mi oración y cánticos de adoración… el invierno seguía allí; estaba como Ana, acongojada, confundida, triste.  De repente, escuché de nuestro pastor la palabra, que es el texto clave del hoy (Jn 4:23b y 24ª) e inmediatamente me asombré y descubrí la clase de adoración le estaba dando al Señor, porque de la abundancia del corazón habla la boca.  Entendí que un corazón adolorido no sabe adorar.  

Ese día, el Señor vino a mí, le entregué mi bebe como Ana entregó su amargura, y recibí sanidad, volvió la alegría, el vino nuevo, recibí el gozo del Espíritu y un cántico nuevo; ese día llegó la primavera a mi corazón, y junto con eso, mi vientre volvió a retoñar, cuando tenía 43 años de edad y nació mi hermosa flor, llamada Hanna.

Estamos en primavera, donde todo renace, el verdor vuelve a aparecer, vienen hojas nuevas, el color brilla, y se hace presente de nuevo el camino.  

Juan nos dice que el Señor está buscando adoradores, corazones dulces, buscando un nuevo comienzo, ojos llenos de amor buscando a Dios en cada amanecer.  Jesús le habla a la Samaritana, haciéndole ver que su tiempo ha llegado, que el invierno pasará y viene la primavera.  Por eso querida amiga, te recuerdo que es tiempo de adorar, nos es necesario, pero no cualquier tipo de adoración, sino la que sale del corazón.

Preciosa mujer este es tu tiempo, déjate encontrar, porque es tu adoración la que el Padre busca, Él quiere que le adores en espíritu y verdad, porque Él es Espíritu.

Cuando la congoja salió del corazón de Ana, vino un nuevo canto, volvió la alegría, la danza, la expresión más genuina y limpia que sale de un nuevo ser. El Señor ha puesto un espíritu y un corazón nuevo en cada mujer.

Brilla hermosa es tu tiempo, tiempo de amores, de palabras nuevas.  Levanta tu voz en adoración.

Con amor,

Pastora, Helena Blanco