“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”. Mateo 28:19-20.
El Señor nos dejó una tarea a todos los creyentes, y es poder hacer discípulos, enseñándoles todos los principios que encontramos en las Escrituras. El día de ayer me encontraba realizando mi célula, (que abrí hace unos 15 años y siempre la he realizado) y al salir estuve meditando en esto:
¿QUÉ HA HECHO ESTA CÉLULA EN MI?
Me ha enseñado principios del pastorado, pues ahí fue donde aprendí a preparar una enseñanza, donde me he esforzado para ver el crecimiento espiritual de las personas que están participando de ella, ha sido el lugar de mi entrenamiento ministerial y lo más emocionante de todo, ha sido ver a cada uno de los participantes tener un crecimiento con Dios y en todas las áreas de sus vidas.
¿QUÉ DEMANDA LA CÉLULA DE MI?
Para tener éxito en la realización de una célula, es fundamental el compromiso semanal que tenga con ella. Necesito prepararme primero, para poder compartir esos principios Bíblicos que ya he aprendido y aplicado. Enseñar a otros demanda santificación y llevar una vida consagrada a Dios.
¿CUÁL ES EL BENEFICIO DE ABRIR MI CASA PARA UNA CÉLULA?
En la Palabra encontramos la historia de Obed Edom (2 samuel 6:10-11) un hombre que abrió las puertas de su casa para que el arca de Dios entrara. Estuvo en su casa por 3 meses, ¡y su casa fue bendecida en gran manera!
En el arca de Dios había 3 elementos, que son los que deben estar siempre en una célula:
1. Las tablas de la ley = La Palabra de Dios.
2. El maná = Representa el ser testigos de la provisión diaria del Señor.
3. La vara de Aaron = Habla de la fructificación.
Cuando alguien me busca y me dice: Pastora Johis, ¿no sé qué hacer con mi hijo? Mi pregunta es: ¿ya tienes una célula en tu casa? o me dice, estoy confundido ¿y no se bien cómo perseverar en Dios? Respondo, ¿Ya tienes una célula? Debes traer la presencia de Dios a tu casa y a tu familia.
LA GRAN COMISIÓN
Fueron las últimas palabras que expreso Jesús en la tierra. Así que son importantes y debemos esforzarnos para cumplirla. ¡La célula es el mejor lugar para iniciar este trabajo!
Hoy toma el desafío de tener tu célula, o abrir tu casa para una. ¡Será una de las experiencias más emocionantes!
Que tengas una feliz semana.
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